Quiero ser madre, pero no ahora ¿Qué puedo hacer?

Los motivos para postergar la maternidad son cada vez más y pueden verse afectados por factores sociales, emocionales y económicos. En la actualidad, muchas mujeres deciden priorizar sus carreras profesionales antes de pensar en la posibilidad de traer una vida al mundo.

En este contexto, la vitrificación o congelación de óvulos es una alternativa cada vez más popular a medida que las personas retrasan el momento de tener hijos. 

Según los especialistas, en Argentina esta técnica crece a una tasa del 20% anual, y se ha observado un aumento de casos en centros de fertilidad. La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva aportó datos aún más relevantes. La entidad médica señaló que aún el 60% de las mujeres llega a la consulta buscando concebir por primera vez con edades por encima de los 35 años.

 

Este panorama de la sociedad actual indica que el reloj biológico juega un factor fundamental a la hora de hablar de fertilidad en la mujer, siendo uno de los principales temas de preocupación. Pero de todas formas, no sólo la edad puede disminuir la calidad y cantidad de óvulos; algunos tratamientos médicos, como los oncológicos, o algunas cirugías de la zona pélvica pueden afectar la reserva ovárica.

¿Pero a qué edad las mujeres tienen que empezar a preocuparse (y ocuparse) por este asunto? “Lo ideal sería que a partir de los 30 años puedan tener una evaluación hormonal anual, práctica que puede ser solicitada por un ginecólogo/a, pero debe ser interpretada por un médico especialista en fertilidad”, indicó la Dra. Martina Ozafrain, médica especialista en Ginecología y Medicina Reproductiva, quien es parte del equipo de Grupo Carrere.

 

“Aunque la técnica de vitrificación de óvulos no garantiza la maternidad, es la única herramienta que tenemos hoy en día para poder preservar la maternidad. De acuerdo a la cantidad de óvulos que se puedan congelar es que se va a tener mayor o menor posibilidad de ser mamá el día de mañana”, explicó la especialista. 


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